LA BICI Y YO NO. 2

En el 2010 escribí por primera vez en mi blog.
Ya tenia muchas ideas y notas en la cabeza. Hoy después de 9 años disfruto muchísimo poder escribir estas notas de mi día a día.
La primera nota que escribí es de las que mas me gustan porque además de ser la que me decidió a empezar mi blog, llevaba mucho tiempo haciendo apuntes del tema. Estos días la volví a leer y sin querer borre original, esta segunda versión no quedo nada mal.
 El tema empieza así: Seguramente mucha gente igual que yo entre sus grandes recuerdos de la infancia esta el momento en que aprendieron a andar en bicicleta.
Yo gracias a esta nota sigo con el recuerdo muy vivo: la ubicación, la época del año y sin exagerar el olor a ocochal y bosque.
Aprendí a andar en bici en el parque "la hormiga" 1era. sección del Bosque de Chapultepec. Está nota es importante y me gusta mucho porque incluye el recuerdo de mi madre, haciendo algo conmigo.
En fin ese es mi recuerdo la emoción y sentimiento que es ese momento de triunfo y libertad infantil que a muchos igual que a mi, nos dio aprender andar en bicicleta.
Con los años los recuerdos se entrelazan con los nuevos, cuando con mis hijos repetí la experiencia. De ahí salió la nota que quiero compartir.
El primer paso de este aprendizaje fue quitar las llantitas a la bicicleta para que en ese momento se convirtiera en bici de grandes. Después montar al niño en la bici, pudo ser un poco complicado por que había mucha mezcla de emoción y miedo.
Lo que sigue es prueba, error, caída y volver intentar. Muchas veces.
Tomando el asiento de la parte de atrás y acompañando unos metros, hay una mezcla de ayuda en el sostén y equilibrio.
Después lo único que queda es soltar.
Uno, dos, tres, veinte intentos, hasta que al fin lo logran, se sueltan a andar en bici.
Que sensación mas increíble, para nosotros desde atrás verlos avanzar, para ellos una explosión de emoción, caminos, velocidad, bajadas, subidas, el aire en la cara y seguro una sonrisa gigante, todo un triunfo infantil, sin duda un gran momento.
Cuando estamos apoyando para este aprendizaje, cuando sostenemos ese asiento por la parte trasera y hacemos una combinación de guía, sostén, impulso, equilibrio. Nosotros vamos escogiendo el camino, que sea mas bien plano, sin tantas piedras, con pequeñas bajadas que ayuden al impulso y vuelito.
Sostenemos un rato mas y después sólo queda estar parados a la mitad del camino felices, piernas estiradas atentos, manos en la cintura, el pecho grande de emoción, preparados para correr si necesitan ayuda, pero desde atrás, satisfechos  observando como van en su bici, siguiendo el recorrido, que ellos escogen. Caminos, subidas, bajadas y velocidades, todo junto para mantenerse sobre la bicicleta posiblemente se convierte en el primer ejercicio consciente de "libertad y equilibrio personal"
Hoy mis tres hijos están ya en los 20's y volver a reescribir esta nota, justo ahora me llamo muchísimo la atención. Las vueltas de la vida.


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