Lo que cambia y se transforma, permanece.
2021 cumpliendo años en tiempos de pandemia. Empezando a salir y poder pasar tiempo con la gente que nos importa, se pone en claro qué hay que reprogramar la mente y que el punto de partida hoy mas que nunca primero es agradecer y de ahí encontrar y no soltar las cosas que si queremos en nuestra vida.
Si quiero ser yo misma, única, irrepetible, con mis locas puntadas de baile o mis cantos en francés y alemán, pintar, caminar y conocer lugares distintos, quiero sentir, expresar, compartir lo que mas me gusta, de la vida.
Recordar los sueños de niña, por que nunca quise ser astronauta he irme a la luna, pero si otras cosas que me daban mucha ilusión, valdría la pena mas que inventar nuevas rutas recuperar las de inicio. 
Me he dado cuenta que la luz con la que brilla mi mirada, me gusta y hoy es mas mía que nunca.
Que hay que pasar del miedo y reconocer que nunca es buen consejero. Mejor reír y encontrar en la risa la verdad de que nada es suficientemente grave o importante para romper nuestra paz.
Reconocer sin vergüenza que algunos sueños se rompen, pero sin duda seguimos en el juego, en la vida, en presente creyendo y volviendo apostar todo por amor.
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